Querida yo del pasado...

Hace poco más de 5 años, una mocosita universitaria encontró una página que prometía enviar un correo a alguna fecha definida, cualquiera que fuere, con un breve texto hacia su yo del futuro, algo así como un mensaje en la cápsula del tiempo que empezaba con un "Dear Future Me...". Interesante y caótica propuesta pensó en ese entonces la mocosa, ¿qué le puedes decir a tu yo del futuro y sobre todo, qué cosas habrán pasado cuando esa carta le llegue?

Así fue como en 2010, un 1 de enero para ser exactos, esta mocosa universitaria escribió un largo correo con toda la adrenalina del año nuevo que empezaba, para su yo del futuro, contándole planes, deseos y muchas cosas que obvio al paso de los años se fueron borrando de mi cabeza; incluso la idea de haber escrito ese correo se borró de mi cabeza al paso de los años, hasta dejarlo casi perdido.

Y entonces aquí estoy, la Daniela del futuro, 6 años después, escarbando y tirando correos de mi antigua bandeja de entrada, cual persona mudándose de casa y viendo qué dejó entre cajón y cajón, cuando ese correo sale de los escombros, un año más tarde de lo previsto.

¡Carajo! - fue lo primero que pensé -, ese mail de Future me estaba ahí esperando a ser abierto, y había esperado mas de 365 días bajo los escombros del spam en mi bandeja de entrada. ¡Qué puto miedo! - fue la segunda cosa que pasó por mi cabeza -, toda la responsabilidad de los sueños universitarios cayeron sobre mis hombros. ¿Qué tal que no había cumplido con las expectativas de mi yo del pasado? Cumplirte nunca es fácil creo yo.

Lo abro con cuidado, casi imaginando que abro el sobre cibernético fijándome de no tocar el papel interior. Lo leo con cuidado, dos o tres sonrisas se atraviesan. Lo vuelvo a leer un par de veces, ¿qué tal que algo se escapó por ahí? Al final, cierro el correo y voy a Twitter: "Querida yo del pasado, ¡lo logramos!".

5 años pueden ser nada o pueden ser mucho, para mi creo que han sido intensos (qué sería de la vida si no le doy toques de locura e intensidad), he aprendido mucho y valorado mucho más todo lo ocurrido en este pequeño gran espacio de tiempo luego de leer ese mail. Querida yo del pasado, estás en donde debes estar: viajamos cada que podemos, creamos boberías, proyectos que han sido exitosos, otros que se han desvanecido en el tiempo; tenemos una familia que nos apoya y nos deja sentir cuánto amor tenemos, nos independizamos (un año más tarde de lo planeado, pero lo hicimos), junto a una persona espectacular que ha estado contigo casi 6 años (de hecho, empezaste a salir con ella, meses después de escribir ese mail). Disfrutamos, amamos, sufrimos, lloramos, conocimos, aprendimos, derrumbamos miedos, volamos y caímos; pero eso sí, pensar que todo eso pasó en solo 5 años es algo para agradecer infinitamente.

Querida yo del pasado, gracias por recordarme, justo en este momento, lo que somos capaces de hacer. Gracias por creer y acompañarme.

Querida yo del pasado, ¡Vamos a ver qué nos deparan los próximos 5 años!